El pasado 29 de Noviembre se inauguró la 30 versión de la Feria Internacional del libro, ubicada en la Estación Mapocho. Este año el país invitado de honor es Chile, en el marco de la celebración de su Bicentenario. El corte de la banda inaugural estuvo a cargo del presidente Sebastián Piñera, su esposa Cecilia Morel y sus Ministros de Educación y Cultura.
Al comenzar a recorrer la feria las grandes editoriales se encuentran ubicadas en su mayoría en el centro del recinto en grandes módulos, pero no precisamente con grandes descuentos. A través de los pasillos se puede encontrar una gran variedad de títulos en los diferentes stands, desde nuevas ediciones de la Biblia, pasando por crónicas vampíricas, hasta el último cómic de “La Guerra de las Galaxias”.
Este año una de las presentaciones que más revuelo ha causado fue la visita del escritor nacional Alejandro Jodorosky, llevado por la editorial Random House Mondadori. Tal fue el caos que provocó su presencia en la Estación Mapocho, que puso a prueba a los organizadores del evento, esto significó dejar fuera del recinto a un centenar de personas que deseaban saludar al escritor. Otra de las visitas ilustres fue la de Pablo Simonetti, quien se presentó para el lanzamiento de la nueva edición de su primer libro “Vidas Vulnerables”. Y la esperada presentación del libro de Hernán Rivera Letelier “El arte de la resurrección”.

Otra cosa que hace atractiva la idea de visitar la feria del libro, son las diferentes actividades que se realizan, como las musicales, entre ellas, Los Jaivas que se presentaron el miércoles recién pasado, la banda Conmoción y la Orquesta Sinfónica Juvenil de Lautaro, entre otras. Un panorama que no deja de ser llamativo.
Por otro lado y a pesar de las visitas ilustres con las que ha contado esta 30 versión, me queda una extraña sensación. No he visto grandes presentación o lanzamientos de jóvenes escritores, que sin duda los hay, pero que para estos eventos no son tomados en cuenta o tal vez por qué no generan la publicidad necesaria para hacer llamativa sus presentaciones. Otro punto que no puedo dejar de nombrar es el alto costo que tienen los libros, hay por supuesto, stand con ofertas, pero no es algo masivo. De este modo me pregunto ¿Cuál es la idea de tener una Feria del Libro si sus valores son los mismos que comprarlos en las tiendas? ¿Por qué seguimos siendo uno de los países en que más valor cuesta un libro? ¿No debería ser este evento el encargado de poner en la palestra esta situación?
Lo importante de destacar es que la Feria del Libro al menos una vez al año nos acerca a la lectura y eso es algo que como país no debemos perder, nuestra cultura, nuestra literatura.
Creo que los temas de fondo aquí son varios; primero, comentemos el afán autoreferente y ombliguista de invitarnos a nosotros mismos a nuestra casa... muy bicentenario será, pero no podemos ser tan mediocres (pues eso es, mediocridad)
ResponderEliminarEn segundo término, está la descordinación organizativa que tiene el evento: más de 600 actividades ameritan un contingente que se ha visto superado en infinidad de ocasiones. De otro modo, no se explica la cara de Poli Délano que debió firmar libros con la banda Conmoción tocándole en la oreja en la Plaza del Encuentro, o las más de 200 personas que se quedaron sin ver a Jodorowsky, o el atochamiento por la llegada de Los Jaivas en la Sala de las Artes.
En tercer lugar, es necesario rescatar el enorme interés del público por las variopintas actividade. Y en última instancia, rescato la transversalidad de presentaciones y discrepo sobre la falta de recambio en la literatura nacional; hay escritores jóvenes, muchos. Es cosa de saber buscar, y saber escuchar.
NO concuerdo con Mallen en decir que sea un afan "ombliguista" sino mas bien una tremenda cachetada de entrada que ns sirve para verificar que gran parte (sino el unico) potencial creativo termina allegandose al Chile mismo (lease Santiago)
ResponderEliminarEn la presentacion del pais invitado solo logramos encontrar artesania tipica de las regiones y poca o casi nula intervencion de escritores.... recien reconoci que era la Feria del Libro cuando termine de visitar e "pais invitado" e ingrese al gran salon principal...
Si concuerdo en que estamos a años luz de concretar una feria sin altibajos... "The Chilean Way" nos sirvio pa sacar 33 mineros, pero no nos da pa una feria del libro... MAAAL!
Rescato mi "guerra del fin del mundo" (Vargas Llosa) que adquiri y me tiene tremendamente entretenida leyendo.
Gran articulo!