
Podemos decir que es destacable que nuestro cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa escriba una carta pidiendo perdón y rogando por la paz para quienes han sido dañados por estos hechos, pero ¿podemos entender por qué no ocurrió esto el 2005, cuando él recibió los antecedentes?
¿Cuál habrá sido el motivo que tuvo el cardenal Errázuriz para omitir dicha información? ¿Tal vez en su rol de guía espiritual de la iglesia Católica en Chile pensó que hacer públicas estas denuncias perjudicaría a todos sus creyentes?
¿Es qué acaso no podemos diferenciar entre lo que hacen los hombres y el mensaje dejado por Dios, por lo que debemos ocultar estos graves delitos?
Y por último ¿cuál es el rol que nosotros como sociedad debemos adoptar frente a estos tan detestables hechos, tanto si profesamos o no una determinada fe?